Erziehung

El estilo autoritario de educación

¿Qué es el estilo de crianza autoritario?

El estilo parental autoritario es un estilo parental que se caracteriza por el rigor y el control. Los padres que utilizan este estilo suelen ser muy inflexibles y tienden a criticar y castigar a sus hijos. También esperan que sus hijos les obedezcan. Este estilo de crianza está muy extendido en muchas culturas y suele considerarse el estilo de crianza tradicional o clásico. Sin embargo, muchos expertos creen que no es eficaz y puede conducir a la exclusión social.

Los efectos positivos de un estilo de crianza autoritario

Hay algunos aspectos positivos del estilo de crianza autoritario que no deben ser ignorados. Por un lado, enseña a los niños la autodisciplina y el respeto. Estas dos virtudes son muy importantes para tener éxito en la vida. En segundo lugar, el estilo parental autoritario fomenta la capacidad de los niños para seguir instrucciones. Esto es importante para garantizar que los niños funcionen bien en un entorno estructurado. Sin embargo, el estilo parental autoritario debe utilizarse con precaución, ya que también puede tener efectos negativos. Por ejemplo, puede provocar ansiedad y problemas de comportamiento en los niños. También puede dificultar que los niños acepten las críticas o sigan instrucciones más adelante.

Peligros – Una perspectiva extrema del estilo de crianza

El estilo de crianza autoritario es un estilo de crianza en el que los padres u otros tutores dan reglas e instrucciones claras y las hacen cumplir. En este estilo, los niños no suelen participar en la toma de decisiones y deben acatar las estrictas normas. Este estilo también se denomina estilo de crianza «militar» o «disciplinado». Los padres que utilizan el estilo de crianza autoritario suelen ser muy estrictos y pueden abusar física o emocionalmente de sus hijos. Esperan que sus hijos sigan las reglas por completo y no toleran que se les diga lo contrario ni que se les critique. En algunos casos, también pueden intentar controlar a sus hijos mediante el miedo al castigo. Este estilo de crianza es a menudo criticado, ya que se asocia con una serie de efectos negativos en los niños. Entre ellas se encuentran la baja autoestima, la ansiedad y la depresión, el aislamiento social y una menor capacidad para resolver problemas.

Solución – La combinación de rigor y amor

La mayoría de los estilos de crianza se dividen en dos categorías: El rigor y el laissez-faire. Sin embargo, en los últimos años se ha demostrado que una combinación de ambas es la más exitosa. Este estilo de crianza se denomina autoritativo o democrático y se basa tanto en las normas y los límites como en el amor y la atención. Mientras que los padres estrictos tienden a ser autoritarios y a castigar duramente a los niños cuando hacen algo mal, los tutores laissez-faire intentan dejar que sus hijos crezcan con total libertad y rara vez intervienen. Sin embargo, ambos extremos tienen sus desventajas. Los padres estrictos corren el riesgo de que sus hijos desarrollen ansiedad o incluso se rebelen, mientras que los hijos de educadores laissez-faire tienden a ser indisciplinados y a desarrollar escasas habilidades sociales. La crianza autorizada se basa, por tanto, en la combinación ideal de rigor y amor: las normas y los límites están claramente definidos, pero al mismo tiempo la relación con el niño está siempre en primer plano. Esto garantiza que no se descuiden las necesidades del niño, pero que éste siga aprendiendo a actuar dentro de ciertos límites.

Conclusión – ¿Sigue siendo actual el estilo de crianza autoritario?

Si observamos los resultados de los estudios, podemos ver que el estilo de crianza autoritario ya no es tan eficaz como antes. Los niños de hoy son muy brillantes y curiosos y aprenden mucho de otros niños o de Internet. Si se les «educa» constantemente con amenazas y violencia, se sienten indefensos e inseguros. Así que ha llegado la hora de un nuevo estilo de crianza basado más en la confianza y la cooperación.