Erziehung

Criar a un niño correctamente

Los niños son nuestro futuro. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que crezcan y se conviertan en adultos felices y seguros de sí mismos?

Argumentos para una crianza estricta

Muchos niños de hoy en día crecen en un entorno de crianza muy permisivo, lo que puede llevarles a no conocer los límites. Sin embargo, los padres estrictos suelen ser muy buenos para el desarrollo de sus hijos. A través de una crianza estricta, los niños aprenden no sólo la disciplina, sino también el respeto y el autocontrol. Saben lo que se les permite hacer y lo que no, y suelen tener también una buena relación con las normas y las instrucciones. Todos estos factores contribuyen a que, más adelante en la vida, se pueda esperar que los niños actúen con responsabilidad y se tomen en serio sus obligaciones. Muchos niños crecen sin límites y así no aprenden nada sobre la responsabilidad y la humildad. Sin límites, los niños pueden actuar de forma egoísta y poco razonable. No aprenden que hay normas que deben cumplirse ni que hay que respetar a los demás. Los límites ayudan a los niños a entender qué es un comportamiento aceptable y qué no lo es. Los límites hacen que los niños se sientan seguros y protegidos. Saben que alguien está ahí para ellos, diciéndoles lo que está bien o mal.

Argumentos para una crianza amorosa

En una época en la que hay tantos métodos y filosofías de crianza diferentes, puede ser difícil tomar la decisión correcta para usted y su hijo. Pero hay algunas buenas razones que hablan a favor de una crianza amorosa. Por un lado, se ha demostrado científicamente que los niños que son educados por sus padres con amor y atención son más seguros de sí mismos y más felices. Tienen una mayor autoestima y son menos propensos a la depresión y la ansiedad. Además, los niños que crecen en un entorno afectuoso son más creativos y abiertos a lo nuevo. Aprenden a afrontar mejor los nuevos retos y tienen una actitud más positiva ante la vida en general. Por último, pero no menos importante, la crianza amorosa también es buena para la relación entre padres e hijos. Cuando tratas a tu hijo con amor y respeto, creas confianza y cercanía, las dos partes se fortalecen mutuamente. Por el contrario, una educación autoritaria puede alejar a padres e hijos y crear distancias. Todos estos puntos sugieren que la crianza amorosa es una buena opción, tanto para el niño como para la relación entre padres e hijos.

¿Qué es lo mejor para el niño?

No existe una receta única para criar a un niño. Cada familia y cada niño son individuales, por lo que la crianza debe adaptarse a sus necesidades y circunstancias. Sin embargo, hay algunos consejos básicos que pueden ser útiles en la crianza de los hijos. En primer lugar, es importante que los padres sean coherentes. Los niños aprenden mejor cuando tienen reglas y límites claros. Si los padres ceden una vez, el niño se dará cuenta rápidamente y tratará de poner a prueba esos límites una y otra vez en el futuro. Los padres también deben ser lo más coherentes posible. Si mamá permite algo y papá prohíbe algo, esto confunde al niño y ya no sabe lo que puede hacer y lo que no. Al mismo tiempo, es importante que los padres también confíen en el niño. Los niños deben recibir siempre comentarios positivos y sentir que sus padres están orgullosos de ellos. Sólo así pueden desarrollar la confianza en sí mismos y aprender a aceptar los errores.

Conclusión

En resumen, no hay una receta clara sobre cómo educar a tu hijo. Hay que probar muchas cosas y descubrir lo que es mejor para tu hijo. La personalidad del niño también desempeña un papel importante en la crianza. Algunos niños necesitan más libertad, otros más estructura. En cualquier caso, es importante comunicarse con el niño y escucharlo. Sólo así se puede saber qué necesita el niño y cuál es la mejor manera de criarlo.

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El estilo autoritario de educación

¿Qué es el estilo de crianza autoritario?

El estilo parental autoritario es un estilo parental que se caracteriza por el rigor y el control. Los padres que utilizan este estilo suelen ser muy inflexibles y tienden a criticar y castigar a sus hijos. También esperan que sus hijos les obedezcan. Este estilo de crianza está muy extendido en muchas culturas y suele considerarse el estilo de crianza tradicional o clásico. Sin embargo, muchos expertos creen que no es eficaz y puede conducir a la exclusión social.

Los efectos positivos de un estilo de crianza autoritario

Hay algunos aspectos positivos del estilo de crianza autoritario que no deben ser ignorados. Por un lado, enseña a los niños la autodisciplina y el respeto. Estas dos virtudes son muy importantes para tener éxito en la vida. En segundo lugar, el estilo parental autoritario fomenta la capacidad de los niños para seguir instrucciones. Esto es importante para garantizar que los niños funcionen bien en un entorno estructurado. Sin embargo, el estilo parental autoritario debe utilizarse con precaución, ya que también puede tener efectos negativos. Por ejemplo, puede provocar ansiedad y problemas de comportamiento en los niños. También puede dificultar que los niños acepten las críticas o sigan instrucciones más adelante.

Peligros – Una perspectiva extrema del estilo de crianza

El estilo de crianza autoritario es un estilo de crianza en el que los padres u otros tutores dan reglas e instrucciones claras y las hacen cumplir. En este estilo, los niños no suelen participar en la toma de decisiones y deben acatar las estrictas normas. Este estilo también se denomina estilo de crianza «militar» o «disciplinado». Los padres que utilizan el estilo de crianza autoritario suelen ser muy estrictos y pueden abusar física o emocionalmente de sus hijos. Esperan que sus hijos sigan las reglas por completo y no toleran que se les diga lo contrario ni que se les critique. En algunos casos, también pueden intentar controlar a sus hijos mediante el miedo al castigo. Este estilo de crianza es a menudo criticado, ya que se asocia con una serie de efectos negativos en los niños. Entre ellas se encuentran la baja autoestima, la ansiedad y la depresión, el aislamiento social y una menor capacidad para resolver problemas.

Solución – La combinación de rigor y amor

La mayoría de los estilos de crianza se dividen en dos categorías: El rigor y el laissez-faire. Sin embargo, en los últimos años se ha demostrado que una combinación de ambas es la más exitosa. Este estilo de crianza se denomina autoritativo o democrático y se basa tanto en las normas y los límites como en el amor y la atención. Mientras que los padres estrictos tienden a ser autoritarios y a castigar duramente a los niños cuando hacen algo mal, los tutores laissez-faire intentan dejar que sus hijos crezcan con total libertad y rara vez intervienen. Sin embargo, ambos extremos tienen sus desventajas. Los padres estrictos corren el riesgo de que sus hijos desarrollen ansiedad o incluso se rebelen, mientras que los hijos de educadores laissez-faire tienden a ser indisciplinados y a desarrollar escasas habilidades sociales. La crianza autorizada se basa, por tanto, en la combinación ideal de rigor y amor: las normas y los límites están claramente definidos, pero al mismo tiempo la relación con el niño está siempre en primer plano. Esto garantiza que no se descuiden las necesidades del niño, pero que éste siga aprendiendo a actuar dentro de ciertos límites.

Conclusión – ¿Sigue siendo actual el estilo de crianza autoritario?

Si observamos los resultados de los estudios, podemos ver que el estilo de crianza autoritario ya no es tan eficaz como antes. Los niños de hoy son muy brillantes y curiosos y aprenden mucho de otros niños o de Internet. Si se les «educa» constantemente con amenazas y violencia, se sienten indefensos e inseguros. Así que ha llegado la hora de un nuevo estilo de crianza basado más en la confianza y la cooperación.